¡Hola a todos y todas! Soy Mimí, vuestra guía en el maravilloso mundo de los hogares diminutos pero acogedores. Hoy os quiero hablar de cómo sacarle el máximo partido a ese pequeño rincón al aire libre que tanto nos gusta: la terraza. Y en particular, os voy a contar cómo una tumbona terraza plegable se ha convertido en mi última obsesión (¡y salvación!).
¿Qué es una Tumbona Plegable y por qué la Necesitas?
Primero lo primero, para quienes anden un poco perdidos: una tumbona plegable es, básicamente, una silla reclinable que puedes plegar y desplegar a placer, cual mago sacando un conejo de su chistera. Ideal para los que vivimos en casas donde medimos cada centímetro. ¿Y la necesitas? Claro, ¿quién no quiere un rinconcito para tomar el sol, leer o simplemente roncar plácidamente con el murmullo de la ciudad de fondo?
Elegir la Tumbona Perfecta: No te Confundas
Yo cometí el error de escoger una tumbona más grande que mi futuro y os puedo decir, no fue divertido. Para evitaros mi desgracia, fijaos bien en las dimensiones (desplegada y plegada), la resistencia y, claro está, la comodidad. Porque si al final parece que estás tumbado en una tabla de planchar, mal vamos.
Combinando Estilos: Que Tu Tumbona no Desentone
Tenemos un espacio pequeño, pero eso no significa sacrificar el estilo. Las tumbonas plegable vienen en tantos diseños como estrellas en el cielo… bueno, me he pasado, pero hay muchos. Elige una que vaya con el rollo de tu terraza: bohemia, minimalista, vintage… incluso hay modelos que parecen salidos de la mansión de un jeque árabe (aunque mi mini hogar esté más para jeque de pueblo).
El Factor Clima: Amigo y Enemigo de tu Tumbona
Yo no sé en qué clima vivís vosotros, pero donde estoy yo, si no me fijo en el material de la tumbona, puedo acabar con una piscina en lugar de terraza. Opta por materiales duraderos y resistentes a la intemperie. Y si vives en zona de mucho sol, por favor, que sea anti-UV para no cambiar de tumbona como de camiseta.
Mantenimiento y Cuidados: Que tu Tumbona no Muera Joven
A veces, tenemos cosas que nos duran menos que un amor de verano, y las tumbonas no son excepción. Pero si la tratas bien, puede ser el amor de muchas terrazas. Cuidado al plegarla y desplegarla, que no es de chicle. Y si se ensucia, limpiarla rápido que luego las manchas se quedan como tatuajes de mala decisión.
Me encanta Leer tus Comentarios
Y después de todo este parloteo sobre tumbonas y terrazas, me encantaría saber qué pensáis. ¿Tenéis una tumbona plegable que se haya convertido en vuestro tesoro en el balcón? ¿Algún truco o consejo para maximizar espacios pequeños? Dejad vuestros comentarios más abajo, ¡y no dudéis en preguntar cualquier cosa! Recordad, aquí estamos para ayudarnos a hacer de nuestro mini hogar, un gran hogar.
¡Espero vuestros comentarios con impaciencia y os mando un abrazo gigante, tan grande como el espacio que ahorramos con nuestras tumbonas plegables! 😉